No os puedo trasmitir el olor que desprender los girasoles recién cortados, pero aquellos que en alguna ocasión hayáis tenido en vuestras manos una de sus cabezas o un puñado de tiernas pipas, multiplicar ese olor por diez y ese es el aroma que he podido respirar mientras sacaba algunas fotos para acompañar a este reportaje.
Que os puedo contar de esta maravillosa planta que en su día enamoro al pintor holandés Vincent Van Gogh, quien representó en sus cuadros las distintas etapas de la vida, crecimiento y muerte de los girasoles.
La habéis visto, contemplado, habéis admirado su belleza durante su esplendor en el mes de agosto y fotografiado en miles de ocasiones. Pues bien está planta que es la productora del aceite de girasol, producto de aceite vegetal que se obtiene al prensar sus pipas y como buen producto vegetal le caracterizan sus grasas insaturadas, beneficioso por las cantidades de ácido oleico que posee y rico en vitamina E, quizás no tan admirado como el aceite de oliva, pero alimento sano donde lo halla.
Pues bien en estos días se llenan nuestros campos de grandes máquinas cosechadoras para proceder a la recolección de este producto, máquinas acondicionadas en su peine de unos dientes con bandeja que permiten la introducción de las cabezas de los girasoles al interior de la máquina, sobre unas cribas que seleccionan la pipa para la tolva y el resto lo expulsa por la parte trasera.
Así que cuando tengáis en vuestras manos una botella de este amarillo aceite de girasol, pensar que quién sabe, quizás sea producto de los campos de vuestro pueblo.
Villafrades de Campos
Ctra Palencia-León km 39
47606, Villafrades de Campos(Valladolid), Spain