Siguiendo la tradición, sus cuatro porteadores regresan a su pueblo para volver a poner las andas sobre sus hombros y procesionar a nuestra Virgen de Grijasalbas por las calles de su Villa.

Y después de este agradable y aún soleado paseo de otoño, llega el momento álgido del día. Nuestra madre se llena de orgullo al ver el emocionado despedir de sus mayordomas salientes, Carmen Herrero y Ana Pastor, que le han servido y honrado, preocupándose porque brillara preciosa en su trono, haciéndolo tal y como aprendieron de sus madres, mayordomas en su día, como nos recordaba Pilar en sus palabras de despedida.

La fiesta de la Virgen del Rosario tiene un arraigo en el pueblo de Villafrades que se remonta a muchos siglos atrás, y este año se celebró el pasado domingo día 6 con la tradicional procesión presidida por la imagen de la Virgen de Grijasalbas y el nombramiento de las nuevas Mayordomas para el año entrante.

Aunque indudablemente la fiesta no es ni por asomo lo que fuera hasta los años treinta en que se sacaban todas las imágenes de Santos que acompañaban las cofradías con sus estandartes e insignias en procesión general por todo el pueblo, este año resultó bastante interesante porque el tiempo acompañó; lo que hizo que la iglesia estuviese prácticamente llena y sirviera para dar mayor realce al emotivo acto del relevo de Mayordomas.

En Ceinos de Campos que mantuvo una danza hasta mediados del siglo pasado, los danzantes antes del inicio de la procesión realizaban lo que llamaban "Entradilla del Moro", y en uno de los versos del birria o capitán cristiano alude al mismo tema:

Hoy valientes campeones
celebramos las victorias
de nuestras antiguas glorias
de nuestros nobles blasones.
Un suceso extraordinario
nos recuerda en este día
la procesión de María
nuestra Madre del Rosario.
Recordad con celo santo
trayendo a vuestra memoria
aquella naval victoria
junto al golfo de Lepanto.

En el siglo XVIII es cuando la cofradía de la Virgen del Rosario adquiere más importancia y coincide con la decadencia de otras de mayor antigüedad como la de Nuestra Señora de Grijasalbas (cofradía gremial de los pastores), San Fabián y Sebastián o la Octava que son suprimidas por el Obispo de León el año 1778. Según figura en el libro de cuentas de la iglesia de Nuestra Señora de Grijasalbas de ese año: "las cofradías se preocupan en exceso de funciones profanas, comilonas y refrescos", culpando al párroco de ello y suprimiendo las mencionadas, quedando activas solamente las del Rosario, Ánimas y Vera Cruz. Poco tiempo después estas tres se unen para fundar la Capellanía de San Ildefonso. Es por esa época cuando la cofradía de la Virgen del Rosario asume el gasto de los músicos de la danza.

Tenía capilla en la antigua iglesia de San Juan que según documento que reproducimos adquiere Antonio Beneytez en 1671 para él y su familia y trasladar su fundación de Misa de Alba de la de Grijas Albas. Esta capilla estaba presidida por una interesante talla del siglo XVII recientemente restaurada, y posteriormente una persona anónima donó la nueva imagen. Estaban hermanados a ella la gente más relevante del pueblo entre los que destacaban los Ayalas.