Senderos Vacceos. "Galerianos" en Tierra de Campos

El pasado domingo día 30 de marzo invité a un grupo de amigos y amigas que hice en mi paso por Galerías Preciados hace ya cuarenta años, ¡ya ha llovido desde entonces!, a conocer mi pueblo y comarca de Tierra de Campos. Esa parte de la Castilla miserable por donde, según Antonio Machado, cruza errante la sombra de Caín.

Fue para mí muy gratificante poder mostrar a estos amigos el encanto que atesoran los viejos pueblos de nuestra zona, hoy modestos, pero donde se esconde historia, arte y rescoldos de antiguas tradiciones. Sin duda me motiva mucho más mostrar la simplicidad y rusticidad de mi pueblo y sus aledaños a mis amigos que a cualquier personalidad de alto rango y que tienen tan abandonada de la mano Dios esta zona.

Seguidamente tomamos un pequeño camino que conduce primeramente a la laguna, que en esta época del año ya comienza a tener pocas especies; y después de atravesar el Sequillo por un estrecho y rústico puente aterrizamos a los pies y ruinas de la imponente torre de la iglesia de San Juan del siglo XVI. No se puede silenciar el deterioro que padece esta zona que es evidente a los ojos de mis invitados que quedan impresionados, no solo por la bonita estampa de su maltrecha torre, si no por la belleza de su portada renacentista en la que destaca la figura del Padre Eterno. Un paseo por las desérticas calles del pueblo, a pesar de ser domingo, nos lleva al "corro de San Antón", donde está la estatua de Don Purpurino que representa al Dios Hermes y que fue traída aquí desde la Fuente Dorada de Valladolid por considerarla impúdica y una interesante casa-hospital con escudo de la Santa Inquisición.

Tamariz: Iglesia de San Juan

El tiempo se nos ha echado encima e impide poder acercarnos a visitar las ruinas de Villacreces, un despoblado de mediados del siglo XX que pertenece al Ayuntamiento de Santervás y que me gusta visitar porque en él se refleja lo que el futuro deparará a los pueblos de Tierra de Campos. Se puede ver como "la tierra vuelve a la tierra". Tapial y adobe que se van fundiendo de nuevo con el terreno volviendo a su ser primitivo.

Santervás: Despoblado de Villacreces

Continuamos nuestra visita por Santervás de la mano de nuestros anfitriones que nos muestran con orgullo la estatua de su paisano más ilustre: Juan Ponce de León, quien nació en este pueblo en 1460 y fuera el descubridor de la Florida y fundador de la ciudad de Cáparra (famosa por sus ruinas), buscando las fuentes de la eterna juventud.

Santervás: Escultura de Ponce de león

Sobre la parte más alta destaca una casona del siglo XVI, antiguo priorato benedictino, que ha sido rehabilitada como albergue de peregrinos, y ya sin tiempo para más nos despedimos de Santi y Nuria que nos ofrecen como despedida que les acompañemos a su bodega y degustar uno de sus vinos (desde el año 2006 elaboran su propio vino titulado Lunas de Ponce con las variedades autóctonas de Prieto Picudo, Tempranillo y Malvasía) lo que con mucho pesar desechamos por falta de tiempo, pero es compromiso para una nueva visita.

Antes de tomar un pequeño refrigerio donde Lalo nos hicimos las obligadas fotos con la estatua de la quesera, la iglesia de San Miguel y el Rollo que hiciera famosa la coplilla:

"Campanas, las de Toledo;
iglesia, la de León;
reloj, el de Benavente;
y rollo, el de Villalón".

Villalón: El Rollo

Es un poco triste ver como un pueblo tan importante como lo fuera Villalón, famoso por sus mercados ya desde el siglo XV y sus quesos de "patamulo" haya sufrido una pérdida de población tan alta, lo que no quita que se puedan contemplar aún vestigios de su grandioso pasado con multitud de casonas en sus calles más emblemáticas como son la Rúa, el Pescado o la del Otero.

La tarde la dedicamos a visitar mi pueblo: Villafrades, no sin antes haber degustado unas alubias y "sopas hervidas" o con costra, hechas con los "rebojos" del pan duro por mi amigo Jesús el panadero de Villalumbroso (dicen los mayores de mi pueblo que: "Buen vino y sopas hervidas, alargan al viejo la vida").

En Villafrades, les llevé a ver nuestros típicos palomares, cuyos vestigios salpican la geografía y el paisaje de nuestro pueblo, integrándose como un elemento más del mismo. Su abandono amenaza con llevarlos a la ruina, y acabar de esta forma con la estampa más emblemática de Tierra de Campos y que durante siglos sirvieron como un complemento añadido a la economía familiar. Los palomares y las filigranas de sus cresterías son un símbolo de nuestro territorio terracampino y como me decía mi amiga Milagros Soladana, debería de haber un mayor compromiso, no solamente de sus dueños, para conservarlos y evitar su desaparición.

No podía faltar tampoco la visita a nuestra iglesia parroquial de San Juan Evangelista y el pequeño tesoro que custodiamos en su interior; el museo Eclessias Albas, que nace por iniciativa de Amparo París (otra galeriana) que conserva una buena colección de tallas muy deterioradas que proceden de las distintas iglesias que existieron, ornamentos, ropas litúrgicas y los fondos de las disueltas cofradías.

Ponemos punto y final a la jornada, visitando nuestro pequeño bar "El Sindi", donde tomamos el último refrigerio.

Espero haber hecho grata y amena esta jornada terracampina, a mis amigos, pues no es fácil mostrar algo deslumbrante de esta tierra tan pobre como desconocida que es Tierra de Campos, pues quizás lo más destacable de ella se esconde tras la silueta sencilla de su rusticidad.

Si quieres ver algún enlace relacionado con lo publicado en este articulo, puedes consultar:

Sobre Tamariz de Campos

Ayuntamiento de Santervás de Campos

Lunas de Ponce

Ayuntamiento de Tamariz de Campos

Museo Vibot