A la memoria de Leopolda de la Rosa.

Hace tiempo que barruntaba la idea de visitar Logroño y Ortigosa de Cameros, para poder conocer sobre el terreno las vivencias de algunos villafradeños que se vieron en la obligación de emigrar a esas tierras. Para ello tenía planificado que Leopolda fuese la anfitriona, pues no en vano era una más de esos emigrantes que se vieron en la necesidad de abandonar el hogar para forjarse un futuro lejos de Villafrades; pero la muerte repentina de su hijo, hizo que ya no viniese a la Novena los últimos años (nunca se olvidó de su pueblo y su patrona la Virgen de Grijasalbas) y su posterior fallecimiento hace unos meses echó al traste todos los planes previstos. Al fin este "puente" de diciembre sacamos un hueco y emprendimos el planificado viaje a la Rioja.

Un pequeño paseo por unas empinadas y laberínticas calles que antes que nosotros ya fueron recorridas por algunos de nuestros paisanos más ilustres, siglos atrás, nos muestran el encanto que trasmiten al viajero los pasadizos y rústicas casas de Ortigosa de Cameros. Llama la atención la abundante leña almacenada y perfectamente apilada junto a ellas lo que da una idea de la riqueza maderera de sus abundantes encinares y robledales.

Su caserío delata un pasado venido a menos, destacando por su magnitud la Casa Grande, muy cerca de donde naciera Encarnación, la hija de Eugenio Herrero, un financiero villafradeño de mucho prestigio en la ciudad de Logroño de últimos del siglo XIX y principios del XX, amigo y militante del partido liberal de Mateo Sagasta.

Mucha pena nos da ver el estado de abandono en que se encuentra la casa natal de Simeón García, el emigrante más ilustre de Ortigosa, que allá por el año 1845 decide emigrar en busca de mejor futuro a Galicia, encontrando su primer empleo en el comercio de tejidos que ostentaba nuestra paisana Cayetana Ramos en Santiago de Compostela. Las relaciones comerciales entre Ortigosa y Galicia desde el siglo XVIII es similar a la de Villafrades y se mantuvieron como una constante, merced a la arriería y el comercio de los paños.

El viaje dió para mucho más. Para leer el reportaje completo pinchar aquí

En este pequeño reportaje pretendo dar a conocer a una serie de personas nacidas en Villafrades y que desde tiempo inmemorial se lanzaron por el mundo. "Ya nuestros tatarabuelos, abuelos de nuestros padres, cargaban un par de mulas y hacían algunos viajes a Galicia, a vender medias que allí se hacían, y se hacen. Más tarde fuimos saliendo niños y gentes formales, unos a crear industrias y otros a ser comerciantes", nos dice Maximino Rodríguez Herrero en Villafrades de Campos ¡¡Este es mi pueblo!!.