El final del verano llegó, y tú partirás
Una mirada nostálgica hacia el verano villafradeño
Valladolid, 10 de Septiembre de 2016. María Pilar García Pastor
Así empieza una canción tan antigua como yo, pero tan actual como estas palabras. Un canto al verano, y un canto a la partida, a las separaciones, que tan cerca nos toca a todos los villafradeños y allegados.
Quizá por eso sea tan intenso nuestro verano, porque todos tenemos en nuestra mente la inevitable partida, pero no damos abasto.
A principios de verano, con la recogida de la mies que convierte los suaves y ondulados campos llenos de espigas en un paisaje que podría salir de una película del oeste cualquiera, comenzaba la construcción de nuestro nuevo edificio multifuncional. Esta es una apuesta de la corporación municipal muy aplaudida por todos los vecinos. Es un placer ver el pueblo evolucionar con los tiempos y adaptarse a nuevas necesidades.
Una mala noticia nos esperaba al enterarnos que nuestra mayordoma mayor, Inmaculada Alonso, había sufrido un percance que afectaba a su salud y le impediría acudir al pueblo y por tanto ejercer una función que tanta ilusión le hacía.
Muchos entendemos que la figura de la mayordoma es fundamental en nuestras tradiciones, realiza labores que permiten perduren otras, proporciona un motor para nuestra danza, amén de la satisfacción que supone para la afortunada vestir y ocuparse de la patrona, ya sea por fé, por tradición, o por ambas cosas.
Afortunadamente Carmen Pastor dio un valiente paso al frente para acompañar a su hermana Pilar en esta tarea. Ambas son repetidoras lo que no ha mermado emoción y esmero en su labor, con el recuerdo puesto en Inmaculada y el deseo de que se recupere y ella también pueda estar un día en esa posición.
En Agosto se aceleró el goteo de regresos y las calles se fueron llenando de coches soportando un sol de justicia que este año nos ha dado escasa tregua, pero que ha permitido noches de terraza y patio memorables. Este año la rebeca se quedó en el baúl más de lo acostumbrado.
Y así llegamos al comienzo de la semana cultural. Este año Alfonso anunciaba las actividades para las que se había apoyado en muchos villafradeños encantados de compartir lo que conocen, en lo que trabajan, su tiempo o sus aficiones, con sus paisanos.
Empezamos el día 12 con la exposición fotográfica y audiovisual "La espiga del tiempo". Se trata de un estudio sobre la evolución del paisaje urbano villafradeño a través de fotografías que Pedro y yo misma preparamos mostrando con más fortuna unas veces, y menos otras, el pueblo sigue vivo y sigue cambiando.
Juanma Amuedo ha tenido varias ocasiones de compartir lo que sabe con todos los paisanos: por un lado dedicó una tarde a explicarnos la historia y los usos de las tan comentadas impresoras 3D y sus múltiples posibilidades en una charla titulada "Impresión 3D o cómo han progresado los alfareros". Sin duda las aplicaciones en medicina son las que más interés despiertan, pero la realidad es que nuestra industria y nuestro mundo moderno dependen cada vez más en tecnologías de este tipo. Juanma también estuvo a cargo de la segunda edición del taller "Construyo mi robot en tierra de Campos", tan popular entre nuestros jovencitos.
También hemos contado con espacio para los niños. Pronto en Agosto como cada año comenzó el taller de paloteo que tanta afición genera. Los chavales impresionan con su capacidad de aprender y de disfrutar y luego muestran lo que han aprendido con gran orgullo a todo el pueblo en San Roque y en la parrillada de fin de fiestas. Estos niños serán los danzantes de mañana así que todo esfuerzo es poco para transmitir el legado que nos ha sido prestado.
Talleres manualidades a cargo de Olga, Laura, Esther, Aurora, Azahara, Edurne, Merche, Gemma, Loli, Sonia...; además de hamas y "blandiblue" a cargo de Juan Carlos, son algunas de las actividades organizadas para los más pequeños. El sol, las bicis y el pueblo sin más se han encargado de hacerles disfrutar. Para ellos la partida no es más fácil que para nosotros. La añoranza por los afectos, por los amigos no tiene edad.
En nuestra semana cultural no faltan las veladas informativas y culturales, con Mario Ramos enseñándonos como la energía más barata es aquella que no se usa (pinchar aquí para descargar un documento sobre el tema), Ismael educando a una audiencia entregada sobre cómo cuidar de nuestra salud utilizando las medicinas a nuestra disposición de forma correcta, Rafa narrando explicando vida y obra de Enrique Hernández y los avatares que han llevado a su trabajo a descansar en Villafrades; o Jesús Gordaliza, que desentrañaba los misterios de la meteorología para un público de todas las edades, donde los más pequeños aprendieron que el tiempo es algo más de lo que se mide con un reloj.
Y disfrutamos como cada año de una fiesta de San Roque fantástica. Los hermanos como siempre compartieron su fiesta con el resto del pueblo la noche de vísperas, con la tradicional hoguera y música popular para quien la quiera bailar. En este aspecto los villafradeños somos un tanto tímidos y nos cuesta arrancar motores, pero hay quien dice que la mayordoma Carmen se marcó una jota sin pestañear. A mí personalmente me encanta esa noche, y solo me gustaría ver a todo el pueblo bailar sin pudor y disfrutar de esos compases que son casi parte de nuestro ADN.
Talleres de paloteo para adultos, charangas, juegos infantiles, campus de fútbol, rutas en bici y andando, y ya la segunda legua veraniega, completa con participación de los chupetines Valeria y Daniel que no se pierden una carrera para disfrute de todos los presentes.. Este año la ruta en bici nos llevó a Capillas y a los alrededores del canal, y el paseo andando hasta nuestro vecino Gatón.
Otras veladas ya tradicionales son la cena y el bingo benéfico a favor de Proclade en el que se vuelcan muchos villafradeños, tanto en la preparación como en la participación. Este año también el concurso de pinchos se convirtió en otra ocasión para ayudar a otros que lo necesitan más que nosotros, con una pequeña contribución que también se enviará a proyectos de Proclade.
Y así llegó el fin de semana grande, y salió nuestra querida danza: Jorge, Mario, Íñigo, Ibai, Álvaro, Javi, Pablo y Rodrigo. Ocho muchachos se volvieron a vestir con enagüillas y lazos, volvieron a sonar las castañuelas y los palos. Volvió a sonar la dulzaina y el tambor a los pies de la patrona. Salieron las mayordomas, con sus faroles y su sonrisa emocionada. Salió la Virgen de Grijasalbas, engalanada con mantón y rodeada de flores, y con esos mazapanes por los que los amigos de allende mares no dejan de preguntar ¿Y eso por qué? Pues no sé, pero así ha sido toda mi vida.
El chivorra, Rafa, volvió a vestirse las calzas de birria y a cantar en verso a la patrona a la salida de la procesión. No hay forma de dar las gracias a este villafradeño entregado por llenar un espacio que a veces se hace difícil por la comodidad generalizada o la falta de iniciativa. Esperemos que haya un cambio que dé una vuelta de tuerca a este asunto y el de las mayordomas. ¡No tengáis miedo paisano y echaos adelante! Hay experiencias que si no se viven no se conocen. ¡Viva el chivorra! ¡Vivan las mayordomas! Y ¡Viva nuestra típica danza!
Yo me emociono siempre cuando los danzantes meten a la Virgen; o mejor, cuando no la meten, cuando se echan encima de las andas empujando hacia fuera. Cuando la gente jalea a los muchachos y les anima a seguir bailando, a seguir sonando las castañuelas con la mirada hacia arriba, y los padres y abuelos de los danzantes nuevos no caben en el cuerpo de cómo se encontrará su muchacho. Pero los chicos bailan, y se encuentran bien, y desarrollan una amistad especial que durará toda su vida. Lo he visto mil veces, y espero verlo mil veces más.
El lunes el pueblo baila, como todos los años, la semilla que mantiene la danza sigue viva. Este es un tesoro nada desdeñable como pudimos apreciar en nuestra propia plaza el sábado de la fiesta, cuando un grupo de amigos nos mostraron paloteos que ya no se bailan en las calles de nuestros pueblos vecinos, Gatón, Villabaruz y Ceinos. Por fortuna en nuestro pueblo desde los 7 años se ven niños con palos y familias enteras bailando juntas. Ancianos y muchachos compartiendo lo que es de todos, y es que la pájara pinta picaba. ¡por supuesto que a la sombra de un verde limón!
Y pasó la fiesta, y tuvimos nuestra tarde de poesía con momentos divertidos, con niños, con grandes, con momentos emotivos y recuerdos. Pasó la cena de despedida, con nuestro alcalde dando puntuales gracias a todos los que ponen su granito de arena en mantener nuestro "rincón de tradición"; y no faltaron como siempre voces que le dieron las gracias a él por su dedicación, su cordialidad y su buen hacer.
Y el final del verano, llegó, y tú partirás.yo no sé hasta cuando, este amor recordarás.
...por siempre, seguro que por siempre.
Hasta pronto queridos amigos que os vais
Hasta luego queridos amigos que os quedáis
Hasta siempre querido pueblo