Puente de "Los Santos"; un fin de semana de encuentros y reencuentros

Este ha sido un fin de semana donde no ha faltado de nada, ni flores para nuestros difuntos, ni sol para nuestros paseos, ni juegos para los más pequeños, ni sillas en la asamblea popular que venía a cerrar un periodo de sondeo para intentar anticipar que va a ocurrir en los próximos años en cuanto a las mayordomas de la virgen se refiere, y por ende la fiesta en sí misma.

La asamblea comenzó unos minutos pasadas las siete de la tarde del sábado 1 de Noviembre. Alfonso comenzó saludando a todos y compartiendo los resultados que se han recogido en el banco de voluntarias, mujeres interesadas en vivir por primera vez, o segunda, la experiencia de ser camareras de la Virgen, e imagen de nuestra fiesta.

Veintiseis mujeres, veintisiete al acabar la reunión, con un rango de edad desde los treinta y pocos hasta los 70 años han manifestado su deseo de participar de esta tradición. Seis de esas mujeres han sido ya mayordomas, y están dispuestas a serlo de nuevo, para disfrutarlo de otra manera, o compartiendo con quien no pudieron en su día, o simplemente poner su granito, o piedrola de arena para que la Virgen siga saliendo en procesión, o la danza se eche a bailar a la calle.

Alfonso se mostraba optimista de que esta respuesta, en tan poco tiempo, indica que es posible dar la vuelta a las tornas y asegurar el futuro de esta figura. Algunas de las voluntarias, en sus mensajes, habían compartido ideas, sentimientos y preocupaciones que siempre son bienvenidas por el ayuntamiento. Parece que la opción más aceptada, es seguir ofreciendo una lista de candidatas, una quinta por año, y en caso de que de la quinta ofertada no salga nadie interesada, se tirará del banco de mayordomas en busca de voluntarias para llenar el hueco vacío ese año.

Al final, algunos comentarios reflejaban el sentir de algunos de los presentes. "hay que ver la realidad de ser mayordoma como lo que es, un honor, nunca una carga". De alguna forma ese es el reto que tenemos por delante los que de esta manera lo vemos, un honor. Para mi además de todo lo obvio, la figura de la mayordoma es también un reconocimiento a la mujer, a menudo tan transparente que ni se la ve. Es curioso como una danza que llevan bailando hombres cientos de años, se sustenta sobre los brazos y el corazón de muchas mujeres.

Además de la asamblea, como os decía arriba, no faltaron tiempos y espacios para la espiritualidad, para el recuerdo de esos que ya se nos fueron y que tanto echamos de menos. Para visitar nuestras tumbas con flores y rezar, o recordar. El tiempo además acompañaba para dar un paseo hasta el cementerio o más lejos. Algunos nos aventuramos por los caminos a la caza de la avutarda, la reina de tierra de campos, que se pasea como una señorona por los campos roturados de un color marrón infinito.

Los más pequeños, y los menos, disfrutamos también de nuestra particular noche de ánimas, o Halloween como ahora se dice. Los pequeños disfrutaron juntos de vaciar y decorar calabazas con las que luego decoraron sus puertas, talleres y merienda alrededor de espíritus, fantasmas y demás seres más o menos terroríficos, y una verdadera procesión más dulce que asustadora que alegró muchas bocas y revolvió más de una barriga.

Así llegó y pasó, con cañas en el sindi, reencuentros y buenos ratos, cenas y ginkanas nocturnas de gente vestida de esqueleto. Pasó el fin de semana de las ánimas, de todos los santos, y de los difuntos. Los días son cada vez más cortos, y nos espera el invierno duro que por fin ya llega.y dentro de nada, volverá de nuevo la primavera, para renovar la esperanza y el optimismo. Ya veréis amigos, como todo al final sale bien.