Mi Pueblo
Libros

Historia de una bala perdida

Un proyectil olvidado de la guerra civil aparece en una casa Villafradeña

Valladolid, 29 de Noviembre de 2015. María Pilar García Pastor

Hace algunas semanas me acerqué a desayunar con dos paisanos Villafradeños, Dioni y Lina. La razón de la invitación no era simplemente su naturaleza cordial que todos conocemos, sino también que yo les había pedido me narraran con detalles su reciente aventura artillera. Tengo que comenzar que es siempre un placer compartir con esta pareja, y que el desayuno fue bastante más completo de lo que yo acostumbro, reina del café con una tostada y del salir corriendo. Charlamos de esto y aquello, de planes de futuro, de las estupendas calabazas que se habían criado hermosas en su huerta y que luego los niños habían decorado e iluminado en la noche de ánimas., vamos, de esto y lo otro.

Hasta que nos centramos en la historia que me había llevado a semejante madrugón de las 10 de la mañana en día no laborable: la "bomba" que se decía había aparecido en su casa. "Estaba yo limpiando los apriscos allá por el miércoles o jueves la semana después del Rosario. Vamos a arreglar todo eso ¿sabes?, así que había mucho que sacar porque estaban llenos de trastos y madera". Así comienza Lina una historia que promete de lo más interesante.


Aprisco y trillo tras el cual se encontró el proyectil

Pues en ello estaba nuestra vecina cuando alcanzó una esquina tras un trillo donde había dos cajones. Sacó Lina primero el uno y luego el otro y se puso a desalojar en un saco el contenido de infinitos botes de conserva vacíos más antiguos que las latas de cola-cao. Y sigue abajo y abajo "Madre mía, ¡Cómo pesa esto!" cuando asoma un objeto de unos 40 cm con forma de lapicero que pesaba varios kilos. "¡Huy! Esto es una bomba!" Y se quedó tan tranquila. Me pregunto yo si los años pasados junto al campo de tiro de Cabezón han inmunizado a nuestra Lina contra el material artillero, porque yo dudo que esta que escribe hubiera mantenido así el aplomo. Terminó de vaciar el cajón y volvió a meter el proyectil en el cajón. Total, si llevaba allí varios lustros bien podía seguir hasta decidir que hacer.

Poco imaginaba Dioni que esa mañana su rutina cotidiana la iba a alterar un objeto venido del pasado. Sin darle demasiada importancia examinaron el objeto y lo sacaron al arenero que ese día pasó de ser el soporte de juegos infantiles a territorio militar. Allí lo examinaron con atención "Parece golpeada por delante lo ves? ¿Qué hacemos con ella? ¿Se lo decimos al alcalde o qué?". La verdad es que la mayoría de nosotros nos habríamos quedado con igual pasmo. Por supuesto por muy viejo e inservible que parezca no es material que podamos tirar al contenedor amarillo, ni al verde vamos. Así pasaron nuestros protagonistas el fin de semana pensando si lo que tenían que hacer era dar parte a la guardia civil o al ayuntamiento o qué.

Finalmente fue Pepe el de Lola el que les dijo que la guardia civil se hacía cargo de todo en estos casos, así que el 13 de Octubre por la mañana marcaron el 068 para dar carpetazo a este asunto. En breve se presentaron dos números y acto seguido un sargento que hizo unas fotos desde una distancia prudencial de un metro y medio, sin tocarla y sin pudor alguno a manifestar más miedo que respeto. "Voy a llamar a los artificieros. Esto es cosa de ellos. Ustedes no salgan por ahí"

A las 12 ya estaban allí los especialistas. "Esto es un proyectil con efecto retardado. Uno de 60" -"Ese es el diámetro del cañón" me aclara Dioni, ante mi cara de no-entiendo-nada-. En la punta del proyectil está el activador, que estaba claramente golpeado "Ha caído de punta y no ha explotado" explicaron los agentes. Fue en ese momento cuando Dioni tomó conciencia de la peligrosidad del proyectil y comenzó a alejarse más y más de él, paso a paso, hasta llegar donde el sargento observaba con aprensión mal disimulada y que le dijo no sin cierta sorna "has tardado mucho en venir para acá".

Los artificieros se llevaron al río el objeto, allá por el camino de Herrín junto al cementerio. Aparcaron a unos 100 metros de la parva del río y se acercaron andando para meter allí el proyectil, manipularlo y finalmente explotarlo. Eran las 13:40 cuenta Lina, que oyó la detonación desde su casa. No es raro, se oyó, dicen, desde la casa de Candela.

Al fondo la zona del río donde se detonó el activador del proyectil

Los agentes sólo detonaron allí el activador, el cuerpo del proyectil, metralla y pólvora se lo llevaron al campo de tiro de Cabezón, el campo de tiro donde explotan este tipo de artefactos, ironías de la vida, muy cerca de la residencia de Lina y Dioni en Valladolid.

En esa jornada la pareja aprendió cosas como que por ejemplo ellos habían pecado de imprudentes por inocentes aquel primer día, por no tener ni idea que esos proyectiles son capaces de detonarse y estallar.

Aprendieron de los agentes que aparecen armas y bombas a menudo bajo las tejas, que no es tan raro el evento, que muy cerca de aquí en Meneses, una pala de obra arrojó un objeto al contenedor y que fue el extraño ruido que le puso sobre aviso. El explosivo estaba escondido en una pared. ( Noticia del Norte de Castilla 18/11/2015)

Proyectil encontrado en Meneses

¿De donde venía ese proyectil y como había llegado a un aprisco de su casa? Por lo que dijeron los agentes lo más probable es que cayera de un avión y no explotara. Es posible que alguien lo encontrara mientras labraba el campo y lo guardó en ese lugar, esperando decidir que hacer y sin ser muy consciente que era capaz de explotar. Aquellos eran los años oscuros, donde la gente no tenía muy claro si acabarían cuestionados por la procedencia del objeto. Parece más plausible esta teoría de que fuera un souvenir de una guerra ya casi olvidada por nosotros, pero que dejó fósiles en muchos lugares, como todas las guerras.

Y así termina esta historia, que puede leerse desde la curiosidad de un evento en los meses en que apenas ocurren cosas en nuestro pueblo, imaginarse desde la detonación de un proyectil que rompe el silencio cotidiano del campo, o pensarse desde la perspectiva de una herencia más, oxidada pero peligrosa, de nuestro pasado reciente que se resiste a desaparecer mucho después de que hayamos dicho adiós a los testigos de todo aquello.

Os dejo algunos enlaces sobre el tema que ilustran eventos similares, noticias e instrucciones de lo que hacer en caso de encontrarnos en una similar.

  • Tedax. Cuerpo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil
  • 20 minutos. Un reportaje sobre el peligro que suponen estos artefactos no estallados




Actualidad>
  • Villafrades, el pueblo donde los tiempos se estiran (03/11/15)
    Ver más>

  • El Santo Rosario te vengo a rezar (07/10/15)
    Ver más>

  • Tesoros de Tierra de Campos (23/09/15)
    Ver más>

  • Un verano entre veranos. Mi verano en Villafrades (08/09/15)
    Ver más>

  • Villafrades de Campos 2015. Programa de Fiestas en Honor a la Virgen de Grijasalbas (07/08/15)
    Ver más>

  • Nuestras Mayordomas Begoña y Milagros (18/07/15)
    Ver más>

Villafrades de Campos

Ctra Palencia-León km 39
47606, Villafrades de Campos(Valladolid), Spain

Email: info@villafrades.net
Fomulario de contacto >